Cuando llego a Puerta Única, nuestro compañero Nordin está hablando con Amina, una mujer marroquí que conoce hace más de treinta años, desde los inicios de Málaga Acoge, y que viene apoyando a lo largo de todo este tiempo. “¿Cuándo tengo que entregar este papel?”, pregunta ella. “Al final del mes que viene. Te voy a dar una cita para que vengas otro día”, le responde. Por distintas circunstancias Amina vivió varios meses en el albergue municipal y ahora logra, no sin dificultad, pagar el alquiler de una habitación en la que no puede estar empadronada. Dice que ha sufrido mucho, que ha trabajado toda su vida, que tiene reconocida una discapacidad. Cuando hablan saltan del español al árabe. “Aquí me han ayudado en muchas cosas, consejos, papeles, empleo”, valora.
Son muchas las personas que, como Amina, llegan cada día a Puerta Única, el centro de Atención a Personas Sin Hogar de Málaga, en el número 28 de la calle Huerto de Monjas, en busca de apoyo. “Atendemos a personas que están en el último escalón. Aquí llega la gente que ha tocado fondo, los que duermen debajo de un puente, los don nadie. Algunos llevan en la calle muchísimos años”, explica Nordin, que advierte sobre el grave problema de acceso a la vivienda en Málaga donde los recursos son “insuficientes”.
Entre las que llegan hay cada vez más casos de personas que sufren problemas de salud mental. En una misma semana ha atendido dos casos de jóvenes de Marruecos y lo considera un tema muy serio: “Las personas migrantes tienen dificultades para adaptarse y eso les genera estrés. Al confrontar lo que pensaban que iban a encontrar en España con lo que encuentran finalmente, se derriba su sueño y la frustración no es fácil de manejar si no hay personas o instituciones que te echen una mano. A eso se une el desarraigo familiar”, explica.
El perfil de personas que acompaña Nordin en su día a día es muy amplio. ”Puerta Única es cómo un cajón de sastre”, apunta, e indica que en los últimos años se está haciendo seguimiento a más personas mayores de origen extranjero. También recalca que llegan buscando apoyo “muchísimas” personas solicitantes de protección internacional: “Hace un rato vino una mujer cargada con una maleta”. Pero muchas veces, se lamenta, no tenemos capacidad para atenderles, es difícil atender la urgencia.
Nordin considera que igual que se ha acogido a las personas refugiadas de Ucrania, debiera haber una apuesta política para apoyar al resto de nacionalidades. También, una mayor sensibilización de la sociedad que contrarreste los prejuicios y estereotipos que hay de las personas migrantes.
En cuanto a los jóvenes procedentes del sistema de protección de menores, afirma que llegan en menor número a Puerta Única desde que se aprobó la reforma del reglamento de Extranjería, que supuso una mejora de su situación administrativa. Además, destacó la apuesta grande de Málaga Acoge por el acompañamiento a estos chicos y chicas. También valoró el trabajo en red con el resto de asociaciones de Málaga. En este sentido, se refirió a un taller para adolescentes y jóvenes en situación de riesgo de adicciones químicas y el comportamiento, una actividad que organiza cada año junto con otras entidades: “Los preparo junto a una psicóloga y una trabajadora social y participan chicos y chicas que acompañamos y otros que comparten sus experiencias de vida, lo que ayuda mucho”, apunta.
Taller para adolescentes y jóvenes en situación de riesgo de adicciones químicas y el comportamiento. 2023
Sobre su labor en la asociación asegura que es “gratificante cuando ves mejoría, que la gente que acompañas avanza y te dicen gracias, cuando una persona que estaba en la calle acaba llevando una vida normalizada”.
“Hoy vino un chico joven que tiene problemas de consumo desde los 16 años y está en la calle”, cuenta Nordin. «Le escuché, le di mi teléfono y le pregunté si quería ducharse. Le indiqué comedores sociales. Con un poco de voluntad puede salir”.
Amina se despide, pero antes Nordin le pregunta qué tal está. «Nunca he dado problemas en mi vida. Del trabajo a casa y de casa al trabajo: Fregar, arreglar camas, limpieza, sábados, domingos…cuidaba a la abuela de una familia».
El proyecto Puerta Única: Mediación Intercultural en la Atención a Personas Sin Hogar en Málaga está impulsado por el Ayuntamiento de Málaga y la Agrupación de Desarrollo de Personas sin Hogar de la ciudad de Málaga a la que pertenece Málaga Acoge junto a otras entidades sociales. Tiene como objeto garantizar una adecuada atención social a las personas sin hogar de origen extranjero que se encuentran en la ciudad de Málaga.