Por Claire Conrad.
Hoy hablamos con Mario Arias, voluntario en el programa de Mediación del Departamento de Vivienda de Málaga Acoge. Este programa trabaja tanto con personas inmigrantes como con personas propietarias de inmuebles, facilitando el proceso para que las familias puedan acceder y mantener una vivienda. En el año 2013, 293 personas pasaron por este proyecto, de las cuales 53 accedieron a una vivienda, 69 recibieron ayuda para acceder a una vivienda de protección oficial y otras 48 recibieron ayudas económicas para acceder o mantener la vivienda. Además, se mantuvo mantenía una estrecha colaboración con entidades que defienden el derecho a una vivienda y ayudan en procesos de desahucio. Mario nos cuenta su experiencia:
¿Cómo ha empezado su colaboración con Málaga Acoge?
Yo vivía antes en Tarifa. Allí estuve ayudando también a las personas inmigrantes en otra ONG. Allí, sobre todo, les ayudábamos porque estaban en tránsito: llegaban en pateras y necesitaban ayuda logística de comida y alojamiento pero sólo por unos pocos días, para luego seguir su viaje. Entonces, allí empecé mi contacto con la inmigración. Tras venir a Málaga capital, decidí ofrecerme para pasar un día por semana aquí de voluntario. Después de varias entrevistas resultó que pude ser más útil en el Departamento de Vivienda, dado que también colaboro de voluntario en la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH). Vi ahí un filón de cómo relacionar una asociación con la otra y en los casos que hemos llevado parece que está dando buen resultado.
¿Cuál es el perfil del usuario con el que ha trabajado en su tiempo de voluntariado?
Es gente afectada por la crisis, que hasta el inicio de la crisis tenían su trabajo y se arriesgaron a comprar su casa, a hipotecarse, y ahora se encuentran en el paro y no pueden pagar la hipoteca. A través de Málaga Acoge son personas inmigrantes, pero cuando estoy en la PAH sobre nacionales. La situación es la misma.
¿Qué servicios ofrece el programa de vivienda?
Es variado. Tiene ayudas económicas puntuales para la gente que no puede pagar la electricidad o el agua. Hay más atención hacia familias que tienen niños pequeños que tienen dificultades, familias separadas que la madre se queda sin ingresos y teniendo que mantener a niños pequeños. También tienen apoyo jurídico y coordinación con otras áreas de la asociación. Tienen varias posibilidades de acción con estas personas y ayudan en lo que puede.
¿Qué hace durante su voluntariado?
Pues depende. Hay veces que estoy en la sede escribiendo informes. Otras veces, estoy visitando pisos para ver en qué condiciones viven las personas inmigrantes y, otras veces, les acompaño la reunión periódica que hay en la PAH cada semana, donde nos informan de todas vías y posibles soluciones que hay para hacer recursos para evitar o atrasar los desahucios.
Cuéntanos un poco sobre los casos en los que ha trabajado en este tiempo.
Ahora estoy haciendo un seguimiento de un caso, un posible desahucio. Les están amenazando con que va a haber una subasta del inmueble. Es una familia con tres niños pequeños. No pueden hacer frente a la hipoteca, ni siquiera a la manutención de los niños, que comen todos los días en un comedor social. Entonces estamos siguiendo este caso a ver si los abogados pueden, por lo menos, retrasar lo máximo posible el desahucio. Antes del 2007 esta familia tenía su trabajo y podían mantenerse normalmente.
¿Cómo ha afectado la crisis económica la situación actual de familias?
Veo que las personas de más bajas rentas son al mismo tiempo las personas que menos conocen los derechos que tienen para hacer recursos y salir del agujero donde se encuentran. Lo que me indigna es la frase que está continuamente difundiendo el Gobierno y los medios de que todos somos responsables de la crisis. Que todos hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. Eso para mí es lo más indignante porque con eso lo que pretenden es que la gente acepten los recortes que hay, recortes sociales, y se resigne a no luchar, a no protestar, cuando lo que hay que hacer es exactamente lo contrario. Creo que estas personas perjudicadas tienen el poder en sus manos de protestar.
¿Por qué es importante el Derecho de la vivienda?
En realidad es defender la justicia. Es absurdo que en un país donde hay quizá un millón de personas sin casa, hay tres millones de casas sin habitantes. Están vacías. Es la especulación urbanística que nos ha conducido a este sinsentido. El frente de actuación que tenemos ahora es hacer muchos recursos ante estos contratos de hipotecas porque tienen muchas clausulas abusivas, como por ejemplo la cláusula suelo. A una persona que se ve en apuros de pagar su hipoteca se le hunde el mundo porque cree que le van a desahuciar y que toda la Ley está de parte del banco; pero no es así. Pueden tener confianza y saber que hay otras posibilidades.
¿Qué es lo que te gusta de hacer voluntariado?
Para mí es un lujo estar aquí, porque no siento que yo esté dando de mi parte nada ni tiempo ni recursos. Yo siento que estoy aprendiendo, aprendiendo de Málaga Acoge, y también de las personas inmigrantes. En mi vida he hecho muchos viajes, varios por países empobrecidos como Marruecos o como Senegal. En esos viajes siempre los habitantes me han tratado bien y veo que hay una diferencia muy grande a como se les trata aquí cuando ellos vienen. Entonces yo quiero corresponder de alguna manera esa ayuda que yo he tenido cuando yo he viajado a sus países.
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