Los días 6 y 7 de junio, nuestra compañera Rabia Banou y Karima Akrout, voluntaria en Málaga, participaron en las Jornadas sobre la Mujer Árabe: ¿Hacia dónde avanzan los derechos?, organizadas por la Asociación Palmira, un espacio de reflexión, análisis y encuentro que reunió a expertas, activistas y representantes de entidades sociales para debatir sobre la situación de las mujeres en el mundo árabe. A continuación, compartimos un resumen extenso que realizaron de lo vivido y aprendido, convencidas de que dar visibilidad a estas realidades es un paso imprescindible para avanzar en igualdad.
La primera jornada arrancó con una mesa de análisis comparativo sobre la evolución de los derechos de las mujeres en Bahréin, Jordania y Siria. Las ponentes expusieron los avances, retrocesos y desafíos específicos en cada país, abordando temas clave como participación política, educación, empleo, salud y violencia de género.
Ámbito | Bahréin | Jordania | Siria |
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Participación política | Derecho al voto y candidatura desde 2002. Mujeres en Parlamento desde 2006. Alta presencia diplomática. | Derecho al voto desde 1974. Participación limitada, aunque en aumento. | Derecho al voto desde 1949. Participación muy baja, especialmente tras el conflicto. |
Educación | Alto índice de alfabetización femenina (>90%). Acceso generalizado. | Buen acceso en áreas urbanas. Desigualdad en zonas rurales. | Buen nivel antes del conflicto. Acceso muy limitado desde 2011. |
Trabajo y economía | Mujeres activas en Banca, Salud, Educación y Administración. Persisten barreras culturales. | Alta participación en economía informal. Obstáculos legales y sociales. | Retroceso importante por la guerra. Aumenta el desempleo y el empleo informal. |
Salud y derechos sexuales | Acceso amplio a servicios sanitarios. Control de natalidad permitido. | Buena cobertura sanitaria en ciudades. Deficiencias en educación sexual y acceso rural. | Sistema de salud colapsado en muchas zonas. Difícil acceso a anticonceptivos. |
Código Civil y familiar | Ley personal regida por tribunales religiosos. Las mujeres no pueden transmitir nacionalidad a sus hijos. | Ley de familia discriminatoria. El marido tiene autoridad legal. | Ley basada en sharía. Discriminación en herencia, divorcio y custodia. |
Violencia de género | Ley contra la violencia doméstica desde 2015, aún con vacíos legales. | Ley de protección familiar desde 2017, aplicación limitada. | Leyes débiles. Violencia de género aumentada por el conflicto. |
Bahréin fue señalado como referente regional por sus avances legislativos y sociales, siendo el único país de la zona que ha cumplido durante siete años consecutivos los requisitos internacionales contra la trata de personas y que ha apostado por la modernización y la apertura a la crítica externa. Sin embargo, persisten reservas en la equiparación total de derechos de género, especialmente en cuestiones familiares y de herencia, donde la sharía sigue marcando diferencias significativas.
Jordania ha logrado reformas en materia de violencia de género, pero mantiene un sistema patriarcal fuerte, especialmente en el ámbito familiar y laboral. Siria, por su parte, ha sufrido retrocesos gravísimos por la guerra, la violencia sectaria y el deterioro institucional, lo que ha supuesto la pérdida de muchos derechos adquiridos y una participación social y política muy limitada para las mujeres.
El segundo día estuvo marcado por los testimonios personales de dos mujeres excepcionales: la escritora y profesora universitaria iraquí Bahira Abdilati, y la periodista de RNE Sheren Al Dagani, quien relató la situación de las mujeres en Palestina. Ambas pusieron voz a las dificultades cotidianas que enfrentan las mujeres en sus países, agravadas por la ocupación, la guerra, la presión social y la falta de leyes efectivas contra la violencia de género.
Aspecto | Palestina | Irak |
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Educación | Alto nivel, pero afectado por el conflicto | Acceso aceptable, desigual por zonas |
Trabajo | Baja participación, informal y sin derechos | Muy baja participación y discriminación |
Sanidad | Grave crisis en Gaza, acceso limitado | Débil atención reproductiva |
Legislación | Leyes fragmentadas, patriarcales | Ley progresista en riesgo por presión de grupos chiíes |
Violencia | Aumentada por conflicto y desplazamientos | Impunidad, falta de ley específica contra la violencia |
En Palestina, la ocupación y la guerra han intensificado la violencia estructural y dificultado la unificación y refuerzo de leyes a favor de la igualdad. En Irak, el retroceso de derechos conquistados décadas atrás es palpable, especialmente ante la presión de sectores religiosos conservadores y la fragilidad institucional. Ambas historias reflejan la necesidad urgente de reforzar la protección y la igualdad para las mujeres en contextos de conflicto.
Durante la segunda jornada se presentaron también experiencias de trabajo con mujeres árabes a través de proyectos sociales impulsados por organizaciones como Al Quds, La Mitad del cielo (centrada en mujeres marroquíes), Prodiversa y el Plan de de apoyo a personas refugiadas de la Universidad de Málaga Uma Refugia. Estas iniciativas muestran el valor de la intervención social, el acompañamiento y el empoderamiento de mujeres migrantes y refugiadas, así como la importancia de crear redes de apoyo y espacios seguros para ellas.
El cierre de las jornadas vino de la mano del documental “La Cueva” (Al-Kahf), que narra la historia de un grupo de médicas y médicos en un hospital subterráneo de Guta Oriental (Siria). La protagonista, una doctora, encarna la valentía y la resistencia de tantas mujeres anónimas que, en condiciones extremas, salvan vidas y desafían la opresión. La película, dura y conmovedora, sirvió como recordatorio del impacto real de los conflictos y de la fuerza de las mujeres en medio de la adversidad.
La participación de Rabia y Karima en estas jornadas ha sido una oportunidad para visibilizar el compromiso de Málaga Acoge con la defensa de los derechos de las mujeres, especialmente de aquellas que enfrentan discriminación múltiple por razón de género, origen o situación migratoria. Los testimonios, análisis y ejemplos compartidos nos impulsan a seguir trabajando por una sociedad más igualitaria, diversa y libre de violencias.
Esta participación se enmarca, además, en el proyecto Boreal: Inclusión social desde la cobertura de necesidades básicas y urgentes dirigidas a población en riesgo y/o situación de alta vulnerabilidad, una iniciativa de Málaga Acoge que cuenta con el apoyo de la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad y el Ministerio de Derechos Sociales Consumo y Agenda 2030.
Compartimos algunas fotos de las jornadas:




