¡Descubriendo, aprendiendo y protegiéndose! Así vivieron Ismael, Said, Abdelah y otros chicos y chicas que acompañamos en el Área de Jóvenes el taller organizado por la Fundación Amaranta en nuestra sede de calle Ollerías en Málaga. Durante tres intensas sesiones se sumergieron en el complejo mundo de la trata de seres humanos y los distintos tipos de explotación, como la sexual y la laboral.
Lejos de una charla tradicional, el taller apostó por la participación activa: juegos interactivos, ejemplos reales y dinámicas en grupo permitieron a los chicos identificar los factores de riesgo que pueden hacerles vulnerables, como ser extranjeros o carecer de una red familiar de apoyo. Pero no solo se habló de riesgos: también aprendieron a reconocer las herramientas que pueden salvarles en una situación peligrosa, como saber pedir ayuda o conocer bien la ciudad en la que viven.
Uno de los puntos más impactantes fue descubrir cómo muchas personas pueden aprovecharse de quienes atraviesan momentos difíciles, ya sea porque no tienen un hogar, necesitan comida o viven en inseguridad. Los jóvenes compartieron sus propias experiencias y las de conocidos, algunas realmente duras, en las que fueron víctimas de engaños y estafas, especialmente por ser extranjeros, o menores en centros de acogida.
El taller también tuvo una mirada actual y muy necesaria: los riesgos en el mundo digital. ¿Qué hacer si recibes una foto comprometida por WhatsApp? ¿Cómo proteger tus datos personales en Instagram? ¿Qué peligros hay al compartir tu ubicación o documentos como el NIE? Lucía Valverde, de Amaranta, lanzó preguntas directas y reales, generando debate y reflexión sobre cómo protegerse en Internet y las redes sociales.
Además, se abordó el impacto de los videojuegos con contenido violento y cómo pueden influir en la percepción de la realidad de los más jóvenes, normalizando comportamientos que no deberían aceptarse.
Como broche final, los participantes -jóvenes que viven en los pisos de acogida de la entidad en Málaga- pusieron en práctica todo lo aprendido creando memes que resumían los temas tratados, demostrando que la prevención y la concienciación también pueden ser creativas y divertidas.
«El grupo de jóvenes tanto de chicos como de chicas tuvieron una participación activa, relacionando lo trabajo con situaciones vividas lo cual facilitó mucho el aprendizaje de estos fenómenos. La disposición tanto del grupo como del equipo de profesionales fue clave para seguir identificar estos riesgos y protegerse de ellos», concluyó Valverde.
Iniciativas como esta no solo informan, sino que empoderan a nuestros jóvenes para que puedan construir un futuro más seguro y libre de explotación. Estos talleres forman parte del proyecto Unfollow, una iniciativa educativa pensada para ayudar a prevenir la trata y la explotación sexual en adolescentes y jóvenes que están bajo protección o en situaciones de vulnerabilidad. El objetivo es que chicos y chicas desarrollen habilidades importantes para cuidarse y protegerse. Para lograrlo, primero juegan de forma individual a un videojuego que les hace reflexionar y aprender sobre el tema. Luego, en las sesiones presenciales, comparten sus experiencias y aprenden juntos, apoyándose unos a otros. Se trabajan temas clave como la protección, la detección temprana de riesgos y cómo encontrar oportunidades para evitar la trata y la explotación sexual en la infancia y la adolescencia.


Compartimos los memes que crearon las chicas participantes durante la sesión de la tarde:


