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Rosemari, de El Salvador, Ingrid, de Honduras y Cristina, de Argentina, son tres de las mujeres que participaron en el taller La exigencia estética. Violencias machistas sobre los cuerpos de las mujeres que arrancó sus dos primeras sesiones en octubre, una en Málaga y otra en Torre del Mar, de la mano de nuestra compañera Violeta. En un espacio seguro, las mujeres compartieron sus experiencias, reflexionaron sobre su autoimagen y discutieron la presión estética que enfrentan a diario. En ambos talleres colaboraron voluntarias del Área de Género de la asociación, Agustina en la capital y Paola y Victoria en nuestra sede de La Axarquía.
En un mundo donde las redes sociales dominan nuestras interacciones, abordamos cómo los mecanismos de control corporal y violencia estética se manifiestan en estos espacios digitales. Exploramos cómo las plataformas digitales influyen en la percepción del cuerpo y fomentan patrones de comportamiento que perpetúan la violencia estética. Analizamos cómo los cánones impuestos afectan a nuestra autoestima y percepción de lo que es bello cuestionando si realmente son ideales alcanzables o solo construcciones sociales.
«A través del encuentro se ha generado un espacio de reflexión donde hemos podido debatir sobre la presión estética y cómo este tipo de violencia afecta a nuestra autoestima y a la relación con nuestros cuerpos», comentó Violeta. A pesar de tener opiniones diferentes, «primó el respeto y la comprensión entre todas las mujeres, favoreciendo la participación», aseguró al término del primer taller. Las mujeres expusieron sus opiniones y vivencias sin temor a sentirse juzgadas, compartiendo los sometimientos a técnicas de belleza que sienten y a los que, dijeron, están expuestas en sus países de origen desde que son pequeñas.
Durante los encuentros reflexionamos sobre la sobrevaloración de la imagen física, promoviendo una visión que naturalice y celebre la diversidad corporal en todas sus formas. También debatimos sobre cómo se representa a las mujeres a través de una perspectiva masculina, cuestionando estereotipos y promoviendo una representación más auténtica y diversa.
«Nos venden la idea de que siempre tenemos que parecer jóvenes para ser aceptadas y que a través del consumo lograremos la felicidad y no es así», afirmó una de las participantes en el taller de Málaga. Se habló de la presión por encajar en los roles establecidos. «Somos personas diferentes, nadie es igual. No podemos salir de un molde», advirtió otra de las mujeres.
Durante las sesiones las asistentes se dividieron en varios grupos y realizaron un collage con recortes de revistas en el que mostraron su propio ideal de belleza y cómo es para ellas la mujer perfecta.
Este taller se enmarca en el proyecto Formación comunitaria para la prevención de #violenciasmachistas que realizamos con el apoyo de la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad y el Pacto de Estado contra la Violencia de Género.
Compartimos una galería de imágenes de los talleres:












