Uno de los rumores que circulan sobre las mujeres migrantes trabajadoras del hogar y de cuidados es que «tiran los precios», que vienen a quitar el trabajo en el sector. También corre la voz de que a las trabajadoras en régimen interno hay que pagarles menos porque se les brinda alojamiento y comida o incluso que buscan contraer matrimonio con los empleadores.
Sobre este y otros prejuicios hablamos en estos días en el Encuentro de Trabajadoras del Hogar y de Cuidados que organizamos en Torre del Mar. Una mañana bien aprovechada en la que presentamos Stop Rumores y debatimos sobre los derechos de este colectivo integrado sobre todo por mujeres migrantes.
«Somos personas y hacemos el trabajo más duro que puede haber», afirma Leónidas, una mujer paraguaya que hace cuatro años que cuida a una persona mayor dependiente haciéndose cargo del pago de su seguridad social. Ante el rumor de que las trabajadoras migrantes hacen bajar los precios alega que «hay gente que se aprovecha de nuestra necesidad. Las que venimos de fuera dejamos a nuestras familias y la tierra que una quiere porque buscamos mejorar la vida y trabajamos duro para poder sobrevivir. Si vienes y te encuentras sola, ¿qué vas a hacer?»
Durante el taller, impartido por nuestra compañera Lucía, se proyectó un vídeo con reflexiones de Rafaela Pimentel, del colectivo Territorio Doméstico y también los audiovisuales de la campaña «Si la sociedad avanza, ¿por qué no sus derechos laborales»?, elaborada por estudiantes de la UMA el curso pasado en el marco de la mesa de trabajo de UMA Refugia.
A Sumia, una mujer de Rabat con dos hijos, la llaman tres o cuatro veces a la semana para trabajar por horas. En Marruecos era cajera en una empresa y vino a España para cambiar su situación hace ya tres años. En algunas casas le ofrecen más paga y en otras menos, «depende de la familia».
A través de los testimonios de estas mujeres quedó clara la vulnerabilidad de este colectivo. «No tenemos derecho a cobrar el desempleo, ni a baja médica», recordó Leónidas, a quien le gusta su trabajo y le gustaría formarse en cuidado de mayores.
¿Que qué pediría para el colectivo? Pues la posibilidad de formarmos, una ley para que todas estuviésemos contratadas y derecho al desempleo y a la baja por enfermedad.
Durante el taller se habló sobre la urgencia de dar más valor a este trabajo y de que sean las propias mujeres las que se valoren a sí mismas. También se incidió sobre la necesidad de formación continua, información y unión de las mujeres del sector para luchar juntas. Se reivindicaron el derecho a desempleo y la baja por enfermedad para estas trabajadoras así como un mayor apoyo de las administraciones para los cuidados.
Las mujeres tienen claro el beneficio de su trabajo para la sociedad. «Pienso que aportamos algo muy importante. ·»Hacemos más fácil la vida de las familias ¿Si no estuviéramos, qué sería de los que necesitan que cuidemos a sus hijos, a su padre, a su madre? «, apunta Leónidas.
Este taller se inscribe en la estrategia de la Agencia Stop Rumores impulsada por la Federación Andalucía Acoge, de la que forma parte Málaga Acoge.