Actualizado hace 6 meses – Publicado el 21 de junio de 2023
A Hicham le gusta coser desde pequeño, cuando ayudaba a su hermana mayor en su casa de Nador, en Marruecos. Tiene 22 años y hace cinco que dejó atrás a su familia en busca de un mejor horizonte en España. Hoy comparte con otros tres jóvenes uno de los pisos de acogida que gestionamos en Málaga y asegura que quiere ser diseñador de moda.
«Aquí me ha cambiado la vida», afirma mientras va disponiendo sobre la mesa varios patrones para fabricar prendas, entre ellas un top de mujer anudado por detrás. Cuenta que imagina sus diseños, aunque también se ayuda de bocetos y figurines que dibuja en una libreta de pasta dura. Tiene una máquina de coser de color verde claro en el salón de la vivienda que comparte desde hace cinco meses con Mohamed, Fouad y Suleiman. Antes de venir a Málaga estuvo en Barcelona, Madrid y Sevilla tras pasar año y medio en un centro de menores de Melilla.
Fue un amigo suyo el que le habló de Málaga Acoge. «Me siento muy bien, la asociación me apoya en todo lo que necesito y me organizo bien con los compañeros de piso», apunta. Hicham cursó estudios hasta los 16 años en Marruecos y en Málaga no descarta retomarlos. «Mi madre sabe las cosas que estoy haciendo y está contenta».
Dos días a la semana, por las mañanas, participa en un taller de costura en la Asociación Andaluza por la Solidaridad y la Paz (ASPA) donde está aprendiendo a coser a máquina. Unas de sus últimas creaciones son un chaleco celeste y un pantalón, pero también hace bolsos y tunea zapatillas deportivas con pintura y pegando con cola retales de colores. Le gustaría dedicarse profesionalmente al diseño, pero por ahora debe regularizar su situación administrativa: «Mi sueño es ser diseñador, pero primero tengo que arreglar mis papeles y buscar un trabajo.
Recuerda bien la primera vez que entró en el taller: «sentí que cambiaba mi manera de pensar y de todo. Me di cuenta de que iba a cumplir mi sueño, porque el diseño es mi sueño completo y veo que poco a poco voy caminando hacia él».

«Mira -me dice mostrándome un patrón- Esto es una manga, después la copio para hacer la otra, y quiero que el top se anude con un cordón a la espalda, que es lo que está de moda».
Para inspirarse le gusta mirar vídeos de diseñadores españoles y su color preferido es el rojo. De pronto, va a su dormitorio y saca del armario un pantalón de colores vivos y bajos descosidos. «La tela la compré en el rastro, allí son baratas, tres euros un metro», afirma este joven que publicita sus diseños en en Tik tok en @hichamcostura. Hace unos meses asistió junto a técnicas y voluntariado en un desfile solidario que organizamos en Torrox contra las violencias machistas y en el que participaron varios diseñadores malagueños.
Hicham dice que se ha sentido bien tratado en el tiempo que lleva en España, pero reconoce que pensaba que la vida iba a ser más fácil a su llegada. Los días que no acude al taller de Aspa va dos horas a Proyecto Hombre, entidad con la que Málaga Acoge mantiene colaboración.
Cuando piensa en el futuro, Hicham afirma que le gustaría ayudar a su familia, a la que no ve desde hace cinco años.»Tener mi vida, casa, cosas que todo el mundo quiere, un coche, vivir bien y ya está. Hay que luchar y seguir para adelante. Con paciencia».
El apoyo que brindamos a Hicham y sus compañeros en el piso de acogida lo hacemos a través del proyecto «Apoyo a menores procedentes de centros de protección de menores » en colaboración con el Área de Derechos Sociales, Igualdad. Accesibilidad, Políticas inclusivas y Vivienda del Ayuntamiento de Málaga.






