¡Qué cara de felicidad! La cara de felicidad de un crío hace que se te olviden las tristes noticias que, invariablemente, nos llegan todos los días. Y eso es lo que me ha pasado hoy cuando he llegado al Colegio de Prácticas número 1 de Málaga. Allí, la alegre algarabía de las aproximadamente sesenta niñas y niños que disfrutan de las Colonias de Veranos que organiza Málaga Acoge, me ha recibido y ha hecho que me olvidase de mis penas, incluso que me olvidase del chaparrón que me ha caído encima mientras llegaba.
Flor Almeida-Huerta, técnica coordinadora de estas Colonias de Verano, rodeada de varias crías y críos, se acerca sonriente. Me explica que, como el patio no es muy grande, nos iremos a una plaza cercana, donde hay más espacio, no pasan coches, hay bancos y juegos para los críos; allí desayunarán. Aprovecho para saludar al resto del equipo de técnicas y técnicos que organizan las actividades, viejos conocidos de años anteriores: Laura, Isabel, Manuel, Pedro y Javier. La semana que viene se incorporarán varias personas voluntarias que ayudarán a este magnífico equipo a realizar su labor.
Mientras los chavales desayunan y, principalmente, se lo pasan requetebien, Flor me pone al día de algunos de las novedades de estas Colonias de Verano 2016:
“Durarán cinco semanas y tenemos diseñadas actividades dinámicas, talleres y salidas. En cuanto a la alimentación, les suministramos la comida y la merienda; ellos solo se tienen que traer el desayuno. El tema de la alimentación es muy importante, pues estamos con un grupo de niñas y niños en riesgo de exclusión social, que con el fin del curso académico posiblemente tengan problemas para comer adecuadamente todos los días”.
¿Y esas novedades de las que me hablabas?
“Una de ellas es la organización de los grupos de chavales: ya no se forman los grupos por edad; la idea es que en cada grupo haya niñas y niños de diferentes edades. Es mucho más enriquecedor trabajar en la diversidad, incluso, como en este caso, de edades. Se incrementa la colaboración entre ellos y se ve cómo los más mayores son más colaborativos y ayudan a los más pequeños”.
Flor me comenta que el tema general de las colonias es “SuperFelices». Por cierto, es fantástica la mezcla de culturas, razas y religiones que se detecta en el grupo y no parece haber por ello ningún tipo de problemas, ¡Lo que tenemos que aprender los mayores!
“Se trata de que las niñas y niños asistentes descubran sus poderes, que los saquen a relucir y los pongan en funcionamiento. Es decir, que pongan en valor sus características, incluso las que puedan pasar desapercibidas para ellos mismos. Para ello organizamos, como te dije antes, varios tipos de actividades: las que denominamos dinámicas (juegos y gimkhanas), los talleres (música, danza, escenografía), las salidas de ocio de los viernes (playa, Aquavelis), y hemos incorporado visitas especiales. Por ejemplo, la semana cuyo lema será “Experiencia y sabiduría”, visitaremos la Residencia de Ancianos de las Hermanitas de los Pobres. Y, otra semana, un joven con secuelas por un accidente de tráfico visitará las colonias. Esta semana, la primera de las cinco que duran estas Colonias de Verano, entrenan sus cualidades y talentos”.
Me encanta ver el jolgorio, la alegría, la infinita vitalidad que tienen estas niñas y niños que, gracias a proyectos como estas Colonias de Verano organizadas por Málaga Acoge, pueden manifestar en estos momentos. ¿Dónde estarían si no?
Sabiendo que el presupuesto, ¡siempre el dinero de por medio!, suele ser un problema para la ejecución de todas las actividades previstas, le planteo mi inquietud a Flor al respecto.
“Sí, tienes razón en tu inquietud. Por un lado estamos tranquilos en cuanto a que lo básico (la realización de las colonias y la alimentación) están garantizadas por la colaboración de Fundación La Caixa y Educo. Pero solo gracias a los donativos de las ciudadanas y ciudadanos podemos sufragar los gastos de material escolar, entrada a los lugares a los que iremos, el transporte y otros gastos de este tipo. A veces, como el pasado año con el circo, no podemos llevar a cabo todas las actividades previstas por falta de presupuesto. Es una pena para los críos, porque esta es una oportunidad fantástica para ellos.”
Agradezco a Flor y al resto de sus compañeras y compañeros el tiempo que me han dedicado y les deseo suerte y fuerza para aguantar el ritmo que imponen estos alegres chavales.
Todos podemos colaborar para que estas Colonias de Verano sean inolvidables para estos niños y niñas.
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