A Yudelis le gusta mucho su trabajo en la residencia Orpea, en El Rincón de la Victoria, donde cuida a personas mayores de ocho de la mañana a tres de la tarde. Empezó cubriendo una baja en julio y desde octubre de 2023 tiene un contrato indefinido. Dominicana, madre de un niño de 7 años, es una de las mujeres que viene apoyando nuestro equipo de Empleo en Torre del Mar.
«Me encanta mi trabajo. Hacía tiempo que iba detrás de esto. Estoy muy contenta». 44 años, labios pintados rosa, voz aniñada, se siente «orgullosa» del cariño que recibe de las personas mayores que cuida y que, sin duda, también ella les transmite.
Cuenta que llegó sola a España en 2012 en busca de «una vida mejor». En la República Dominicana trabajó casi ocho años como costurera y en un call center, pero siempre quiso dedicarse al área de la Salud. «Siempre aspiré a más». De hecho, interrumpió sus estudios de Enfermería cuando decidió dejar su tierra. «Cuando llegué al principio estuve dos años indecisa, pensando en regresar, pero si me volvía era con una mano adelante y otra detrás. Lloraba mucho, la verdad, porque no me adaptaba», reconoció. Tenía una amiga en Madrid, que fue quien la acogió, y en la capital estuvo cinco años en los que trabajó como limpiadora y cuidando a ancianos. Por otra amiga llegó a Torre del Mar, que le gustó por su tranquilidad en comparación con Madrid, y donde decidió quedarse al conocer al padre de su hijo Ashley Gael.
Yudelis cuenta que acudió a Málaga Acoge en medio de una situación complicada y que por eso está «muy agradecida» a la asociación. «Me quedé embarazada y tuve un accidente. En ese tiempo no tenía documentación, no tenía nada. Nos han ayudado muchísimo a mí y a mi niño», afirma. Ha participado en nuestros cursos de Auxiliar de Personas Dependientes y el de Riesgos Laborales, hizo prácticas de Auxiliar de Enfermería en la residencia Seniors y trabajó en un centro para personas con discapacidad. Madre soltera desde que su niño cumplió el año, asegura que ahora está bien pero que ha pasado «mucho» y asegura que lo importante ahora es que «tenemos salud y trabajo».
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En sus días libres, como el de hoy, aprovecha para hacer trámites. Se está sacando el grado medio de Auxiliar de Enfermería y está muy pendiente de cursos online de la Junta de Andalucía. Querría también perfeccionar su inglés que dice tiene olvidado. Siempre ha querido aprender. Recuerda que de niña su abuela le decía que apagase la luz, que tenía sueño, cuando hacía sus tareas escolares por la noche. «Y yo lo que hacía es que encendía una velita y me ponía a estudiar porque al otro día tenía que entregar mis deberes. El que quiere estudiar, estudia».
Cuando termine la entrevista, Yudelis tiene una cita en el banco y después recogerá a su hijo del colegio para llevarle a jugar un partido con su equipo porque «le encanta el fútbol».
Media melena rizada, chaqueta con estampado de piel de tigre, tonos marrones y negros, es la mayor de tres hermanos. Su madre es de San Pedro de Macorís, su padre de Santiago. Desde que vive en España, donde se ha sentido «bien acogida», ha ido un par de veces a su país a visitar a su familia y quiere volver a ir en en agosto, en sus vacaciones.
El acompañamiento a Yudelis se enmarca en nuestro programa Incorpora impulsado por Fundación «la Caixa».
