«¿Qué entendéis por violencia de género?», «¿Qué tipos de violencias existen?» «¿Qué es el machismo, y el feminismo?». Nuestra compañera Rebeca planteaba estas preguntas al personal técnico y voluntariado de la asociación en la calle Bustamante en una de las cinco formaciones que hemos realizado en los últimos meses para convertir Málaga Acoge en un Punto Violeta, un espacio seguro para las mujeres víctimas de violencias machistas.
Nuestras sedes en Antequera, Fuengirola, Málaga y Torre del Mar acogieron estas formaciones básicas, impulsadas por el equipo de género de la asociación, en las que se ofreció a todas las personas que formamos parte de entidad las herramientas necesarias para apoyar a las mujeres que sufren estas situaciones.
Ser Punto Violeta, una campaña impulsada por el Ministerio de Igualdad, significa que todas nuestras sedes se han convertido en espacios de seguridad que brindan información tanto a mujeres víctimas como a la ciudadanía que lo requiera.
«Málaga Acoge debe ser un lugar de seguridad en el que las mujeres se sientan atendidas, acompañadas y escuchadas», afirmó Rebeca durante la formación.
Además de ofrecer información sobre recursos y servicios a las mujeres que enfrenten situaciones de violencia machista, también buscamos sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de detectar y actuar frente a cualquier forma de esta violencia. Otra de las funciones que implica ser Punto Violeta es proporcionar una primera información rápida a las personas que lo requieran sobre cómo actuar en el caso de una emergencia de violencia machista.
Hace muchos años que Málaga Acoge está empeñada en trabajar la prevención de las violencias machistas. Por eso venimos haciendo talleres con mujeres y también con hombres, abordando con ellos una propuesta alternativa al modelo de masculinidad hegemónica. También formando a profesionales que intervienen con víctimas y trabajando en la prevención de una forma transversal y con enfoque de género en todas las áreas de trabajo.
En nuestras intervenciones mantenemos una mirada interseccional para no perder de vista la conexión y el cruce entre las distintas opresiones que atraviesan a las personas. Asimismo trabajamos desde un enfoque de género siendo conscientes de que la violencia machista dificulta la vida en igualdad dentro de una sociedad patriarcal y que, además, afecta de manera especial a las mujeres migrantes.
La decisión de convertirnos en un Punto Violeta es pues coherente con la sensibilización y el trabajo cotidiano que venimos realizando en cuanto a la prevención de las violencias machistas y nuestros programas de atención a mujeres. En 2014 cuando se puso en marcha por primera vez en Torre del Mar y Fuengirola el programa de atención a mujeres a raiz de los casos de violencias machistas que detectaban sobre todo las compañeras de los equipos social y jurídico y ante la escasez de recursos públicos y privados de atención a estas mujeres en esas localidades. En los años siguientes la intervención con mujeres se extiende e intensifica y llega a Antequera.
Fue en 2017 cuando comenzó el proyecto de formación de dinamizadoras comunitarias en prevención de violencias machistas, en el que las mujeres participantes se convierten en agentes activas y referentes en sus comunidades. Así, a lo largo de estos años hemos formado en prevención de violencias machistas a grupos de mujeres en Antequera, Fuengirola y Torre del Mar. Les brindamos las herramientas y recursos para que puedan servir de apoyo a otras mujeres en su relación cotidiana en sus comunidades de manera que sirven de enlace con entidades como nuestra asociación.
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Compartimos una galería con imágenes de las formaciones que han tenido lugar en Málaga, Torre del Mar, Antequera y Fuengirola a lo largo de estos últimos meses: