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Actualizado hace 3 semanas – Publicado el 9 de mayo de 2023
por Agustín Olías*
Hoy vamos a conocer a una voluntaria de Málaga Acoge a quien le gusta la enseñanza, en ello trabaja, y que no dudó en marcharse al extranjero para ayudar a familias desfavorecidas. Ella es Mar, con quien me reúno en la plaza Camas de la capital malagueña, cerca del colegio de Prácticas número 1, donde está trabajando y donde Málaga Acoge ha realizado una importantísima labor con los más pequeños.
Mar se presenta:
Soy malagueña, de un barrio de la carretera de Cádiz. Soy maestra, funcionaria, y también estudié francés. Hace ya cuatro años que estoy trabajando en el colegio de Prácticas número 1, pero realmente mi plaza la tengo en otro colegio cerca del hospital Carlos Haya.
¿Por qué has preferido este colegio?
Cuando regresé de Marruecos me ofrecieron la oportunidad de conocer este “cole” tan maravilloso. Estoy muy contenta porque las diferentes nacionalidades con las que convivimos, y el trabajo en sí, no solo académico sino social, es como una prolongación del trabajo que hacía en Marruecos. Este colegio es un poco diferente a otros de Málaga.
Creo que nos deberías contar, si se puede contar, qué hacías en Marruecos.
Durante siete años estuve haciendo una labor social allí; trabajaba en un centro de día con niños en riesgo de exclusión social y así perfeccioné mi francés y aprendí árabe.
Lo has dicho como sin darle importancia, lo de aprender árabe.
No tuve más remedio, las familias que atendíamos solo hablaban árabe, no hablaban ni español ni francés. Al ser familias desfavorecidas, la mayoría madres solas, no habían ido a la escuela y solo sabían árabe. No tenían contacto con otro idioma, ni siquiera con el árabe clásico.
¿Satisfecha del trabajo realizado en Marruecos?
Una satisfacción muy grande. Aprendí allí muchísimo más de lo que aprendí en la carrera: la vida, que eso no se aprende en la Universidad.
Antes has dicho que este colegio es un poco diferente a otros colegios de Málaga, ¿por qué?
Es diferente porque es pequeño, aunque el número de alumnos ha crecido y ahora tenemos de ratio por aula veintitrés o veinticuatro alumnos, que antes era menor. Pero lo que más me llama la atención de este colegio es el poder trabajar con tantas nacionalidades, de comunidades potentes como las de los países del este, de Latinoamérica, Marruecos, Siria y también, son minoría, solo tres o cuatro en clase, españoles.
Ante tanta variedad de nacionalidades, ¿hay problemas de comunicación con ellos/as y entre ellos/as, debido a los diferentes idiomas que pueden hablar?
Yo doy tercero de primaria, que son chavales de ocho años, pero llevo con ellos desde que tenían cinco o seis. Se defienden perfectamente porque aprenden muy rápido. Además hay un programa de atención lingüística y por la mañana y por la tarde se les ofrece español.
Y además, Mar es voluntaria de Málaga Acoge. ¿Desde cuándo?
Desde septiembre del año pasado. Inicié el contacto con Málaga Acoge porque la organización también estuvo trabajando en este colegio. Yo buscaba una labor un poco concreta, había estado haciendo acompañamiento escolar a niños y niñas en situación de calle en otras asociaciones, aquí en Málaga, en concreto con la Asociación Marroquí, y como dejaron de prestar ese servicio me ofrecí a Málaga Acoge.
Está claro que el tema de voluntariado te viene de lejos.
Sí, me viene desde siempre. En Marruecos atendía a madres solas y en riesgo de exclusión social, niños en prevención de calle; así que mi voluntariado en Málaga está siendo como unir dicho voluntariado con el trabajo hecho en Marruecos.
Llegan los miércoles por la tarde y Mar cambia de traje y se convierte en voluntaria de Málaga Acoge. ¿Cuál es tu labor como voluntaria?
Lo que hacemos sobre todo es alfabetización; eso significa varias cosas, dependiendo de las personas y de la situación en la que se encuentran. Para algunos es aprender el idioma, para otros significa ayudarles a que se saquen la ESA que es como la ESO pero para mayores.
El grupo con el que trabaja Mar varía dependiendo de las necesidades y ocupaciones de los alumnos. Algunas veces solo aparece uno, otras veces tres, ahora se van a incorporar dos más.
Son chavales de diecinueve o veinte años. Con alguno estamos haciendo un curso de Digitalización, Nuevas Tecnologías, temas que les ayuden a encontrar trabajo. También se trata de cubrir este tiempo de no sé qué hacer, pero no quiero estar en la calle.
Me han comentado que hay algún estudiante que está viviendo en uno de los pisos tutelados que Málaga Acoge gestiona.
Sí, tengo una niña que está en un piso tutelado de chicas. Tiene diecinueve años y sigue en situación de acompañamiento. Está estudiando en el Instituto Gaona, aquí en el centro de Málaga, tiene muchas dificultades y estamos trabajando para que saque adelante el curso.
Se te nota muy implicada en la tarea.
Sí, me encanta darles la oportunidad y comprobar el esfuerzo que hacen por aprender, quieren mejorar, eso me fascina.
¿Algún nuevo proyecto de cara al futuro?
Mi proyecto de futuro inmediato está en el “cole”, porque un colegio es muy social, hay una labor muy importante que hacer, principalmente de acogida a la gente que llega de otro país, que no es poco; que sientan que están como en casa, o casi, como yo me sentí cuando estuve en Maruecos. Yo creo que es muy importante darles herramientas para que sean autónomos.
¿Qué le dirías a alguien que está dudando si hacer un voluntariado en Málaga Acoge?
Pues muy sencillo: cuando haces un voluntariado lo que recibes es siempre más de lo que das.
Muchas gracias, Mar, por este tiempo que nos has dedicado.
*Agustín Olías es voluntario de Comunicación de Málaga Acoge