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El miércoles 27 de septiembre el pleno del Ayuntamiento de Málaga aprobó la modificación de la Ordenanza para la Garantía de la Convivencia Ciudadana y la Protección del Espacio Urbano en la Ciudad de Málaga con el fin de sancionar determinadas conductas derivadas de la masificación turística. Desde Málaga Acoge consideramos que la aprobación de esta modificación ha supuesto la pérdida de una oportunidad para cambiar los aspectos más lesivos de esta norma que penalizan a las personas más vulnerables.
La asociación presentó el 15 de marzo durante el trámite de información pública unas propuestas de modificación de la ordenanza de 2010 reclamando la incorporación a la norma de un mínimo enfoque de derechos para atender la realidad social de las personas más excluidas de nuestra ciudad.
La ordenanza sanciona económicamente las conductas tipificadas como inapropiadas en el espacio público, entre otras, el ejercicio de la prostitucion en la calle, con la revictimización que esto supone para las mujeres que se encuentran en esta situación, ya de por sí muy vulnerable. De hecho, en los últimos años, la mayor parte de estas sanciones previstas en el artículo 35.5 vienen recayendo fundamentalmente en estas mujeres, según informes de prensa. Otras sanciones previstas en laordenanza pueden afectar, como una espada de Damocles en forma de multa económica, a personas en situación de grave exclusión social, como personas sin hogar o con problemas de salud mental grave.
Además, es paradójico que las sanciones previstas en la modificación de la norma para conductas relacionadas con la explotación turística, como las despedidas de soltero, sean más benévolas que las que afectan a personas en situación de grave exclusión social. Mientras que las primeras cuentan con el beneficio, antes de la tramitación de la sanción, de una “reprimenda” previa por parte de la policía municipal, las sanciones que afectan a las personas en situación de vulnerabilidad se materializan inmediatamente en multas económicas, con el agravamiento de su situación que esto supone.
Por ello, en nuestras alegaciones planteamos la eliminación de las sanciones económicas que pudieran padecer estas personas por la aplicación de la norma, sustituyéndolas por información, acompañamiento a los programas y servicios sociales municipales correspondientes así como medidas alternativas adecuadas y adaptadas a su realidad y circunstancias sociales.
Consideramos que la penalización económica no puede ser la única respuesta municipal para los y las vecinas de Málaga que se encuentran en una situación de grave exclusión social porque las hace doblemente víctimas y abogamos por el acercamiento a los programas especializados de los servicios sociales municipales existentes como una vía de apoyo real.
Desde Málaga Acoge lamentamos que el pleno haya aprobado la modificación de la ordenanza sin tener en cuenta nuestras alegaciones y sin dar, ni siquiera, la oportunidad de que estas fueran debatidas por los grupos municipales y las entidades sociales. Asimismo, creemos que el trámite de esta modificación podría haber sido un momento muy oportuno para incorporar a la misma sanciones de conductas relacionadas con la exaltación al odio, el racismo o la aporofobia o contrarias a la igualdad de derechos.
A pesar de que esta ha sido una oportunidad perdida, no queremos dejar de hacer un llamamiento a los grupos del pleno municipal para que – conjuntamente con las entidades sociales de la ciudad aborden en esta legislatura una nueva modificación de esta ordenanza para que, atendiendo a un enfoque de derechos y de género, sea un instrumento real en favor de la convivencia y la cohesión social de nuestra ciudad.
La imagen que acompaña el texto es de Zeus Sánchez, de nuestro proyecto Artistas Acoge





