Actualizado hace 9 años – Publicado el 23 de mayo de 2013
La japonesa Aya Kawakami estudia español en la universidad de su ciudad, Osaka. Allí conoció a una de sus profesoras de castellano, original de Málaga. Y cuando Aya le dijo que quería seguir estudiando con una estancia en España la docente no se lo pensó. “Me recomendó mucho venir a Málaga”, cuenta esta joven de 22 años. Así que hizo las maletas y se vino a la capital de la Costa del Sol el pasado octubre de 2012. “Pero además de estudiar, me apetecía hacer algo más”, cuenta Aya. Así que meses más tarde comenzó a buscar una entidad en la que hacer un voluntariado trabajando con menores. “Busqué por internet y me gustó mucho Málaga Acoge. Así que escribí y, aquí estoy”, añade.
Así, Aya ha entró como voluntaria en el Departamento de Educación de Málaga Acoge el pasado mes de marzo y cada miércoles y viernes por la tarde apoya a los técnicos de educación en el trabajo con los niños y niñas que acuden a refuerzo escolar. “En Japón ya trabajaba con niños y me gusta mucho. Además, esta es una buena forma de ayudar y yo aprendo muchísimo también”, explica, mientras destaca que los de aquí son “más vivos y más ruidosos” que los niños de su país, “que son mucho más tranquilos”. «Pero nos hemos entendido bien. Me ha costado un poco por el idioma, pero al final se han portado muy bien y todo ha ido genial», añade.
Pero la japonesa acaba ya su curso en la universidad y vuelve a Osaka, así que este jueves ha sido su último día de voluntaria en Málaga Acoge, así que tanto los compañeros como los pequeños le han dado una fiesta sorpresa de despedida. “Estoy encantada con la experiencia, así que espero volver pronto a Málaga para poder seguir viniendo a la asociación”, decía Aya, que espera poder dedicarse profesionalmente al trabajo con menores. “Y quizás aquí pueda enseñarles japonés algún día” concluía mientras se hacía fotos con los que han sido parte de su familia en Málaga. ¡Hasta pronto Aya!