Por Agustín Olías.
En la sede de Málaga Acoge en la capital, ubicada en calle Bustamante, se realizan diversas actividades y proyectos con diferentes objetivos. Siempre, eso sí, con el fin último de colaborar y ayudar en lo posible a las personas inmigrantes. Hoy, martes primaveral de un anómalo invierno, es un buen día para acercarme a la sede y conocer, de primera mano, el día a día de las personas voluntarias y personal técnico y administrativo de la organización.
Clases de español para adultos. Son las diez de la mañana cuando llego; como es habitual los martes y jueves a estas horas, los cuatro grupos de las clases de español del primer turno están a pleno funcionamiento. Las alumnas y alumnos (son mayoría las mujeres) trabajan duro para lograr aprender español, paso fundamental en su integración laboral y social. En esta actividad se hace notar la importancia del voluntariado, pues todas las profesoras y profesores son personas voluntarias.
Vivienda y pisos de acogida. Creo que todas las actividades que realiza Málaga Acoge son fundamentales para las usuarias y usuarios que se benefician de ellas. Pero quizás porque he acompañado varias veces a las técnicas de Málaga Acoge en su labor de seguimiento de los pisos de acogida, siento un especial cariño por el trabajo que este grupo realiza. Será por eso que mis siguientes pasos me conducen al departamento de Vivienda, donde encuentro a las técnicas Rabía y Mercedes.
Rabía está atendiendo a Ahmed. Ella es la técnica responsable del seguimiento del piso de acogida donde viven chicos marroquíes. Ahmed es uno de ello. Esta reunión es una de las habituales que, cada quince días aproximadamente, Rabía realiza con los jóvenes, más allá de su seguimiento diario. En ellas se asegura de que se cumplen los trabajos y actividades que cada joven tiene asignados, así como de solucionar dudas y problemas que puedan surgir. Ahmed es un joven tranquilo, colaborativo, trabajador y mediador con los otros chicos del piso. Su español no es todavía muy bueno, por lo que está asistiendo al instituto, al módulo de lenguaje. Cuando aprenda mejor el español, acometerá el conseguir sacar el título de Educación Secundaria de Adultos. Además, sigue practicando fútbol y está muy ilusionado con una nueva actividad que le ha propuesto Rabía: apuntarse al proyecto Emociónate, que trata de dar a conocer las costumbres, lugares e historia de Málaga a través de paseos guiados. Con Carmen, encargada del otro piso de acogida, no puedo hablar porque está, precisamente, en el piso encargándose de algún asunto de las personas que allí residen.
Al lado de Rabía está Mercedes, atendiendo el teléfono, resolviendo temas de otros pisos de acogida. Cuando cuelga, la pregunto por Joy, mujer nigeriana con tres niñas que conocí en una visita al piso tutelado por Málaga Acoge. Siguen en el piso en una situación precaria; Mercedes intentó conseguir, sin éxito, que la familia lograse el alquiler social por parte de un conocido banco; los bajos ingresos de Joy lo impiden. Otra lucha más de Málaga Acoge para evitar que una madre y sus tres hijos queden en situación de calle.
Jurídico. Un aspecto que me llama muchísimo la atención del trabajo de Málaga Acoge es la parte del apoyo jurídico a las personas inmigrantes. Nunca había conseguido hablar con la responsable de este importantísimo departamento, Liliana, que siempre está ocupada por la alta demanda de orientación jurídica que existe. ¡Pero hoy la suerte me sonríe! Y Liliana me puede atender. Le han anulado una cita concertada y me dedica cinco minutos de su valioso tiempo para contarme cómo se desarrolla su trabajo. Los martes y los jueves son los días reservados para atención a las personas inmigrantes, previa cita. Le pido que me ilustre su trabajo con un ejemplo, la persona a la que ha atendido anteriormente. Lo hace muy amablemente: se trataba de un joven saharaui, que lleva ya veinte años en España, pero que por diversos motivos tiene problemas con su documentación. Su trabajo ha consistido en asesorarle y explicarle claramente los pasos que tiene que dar. Dónde tiene que acudir y qué documentos tiene que aportar para conseguir el pasaporte. Este es el tipo de trabajo que realiza normalmente, aunque a veces tiene que intervenir directamente y realizar alguna acción concreta acompañando a la persona inmigrante al juzgado o comisaría. Solicitudes de arraigo, renovaciones de documentación y peticiones de nacionalidad son los principales aspectos atendidos por Liliana, que, claro, es abogada. Lleva trabajando seis años en Málaga Acoge y está muy satisfecha del tipo de trabajo que está realizando. ¡Su labor es fundamental! Estos días tiene refuerzos: Louis Imbert, abogado voluntario de la organización Migreurop y colaborador de Málaga Acoge está realizando una amplia investigación sobre la Frontera Sur.
Área Social. Antes de marcharme quiero pasar por el despacho del Área Social, donde su coordinadora, Carmen Cano, trabaja. Ella también es técnica de Prisiones, por lo que conoce muchas de las actividades que se desarrollan en Málaga Acoge y siempre es una fuente muy interesante de información. Hoy en concreto me intereso por las actividades del departamento de Prisiones; me comenta que, desde noviembre, se está ensayando el nuevo espectáculo musical en el Centro Penitenciario de Alhaurín de la Torre bajo la dirección, como en años anteriores, de la voluntaria Rosa Doblas. Además, va a repetirse el Taller de biodanza, cuya primera edición se realizó el año pasado con un grupo de reclusas y la experiencia resultó muy buena gracias a Luana y Javier, las personas voluntarias que se encargaban de ello; este año se realizará con reclusos y reclusas de la Unidad de Terapéutica Educativa (UTE). Nuestra conversación se interrumpe varias veces para que Carmen atienda a usuarias que llegan solicitando información sobre determinados asuntos. Echo en falta la figura del “recepcionista”, que atiende específicamente a las usuarias y usuarios que llegan a la sede por primera vez; esa labor que en la sede de Ollerías realiza nuestro querido voluntario Rafael Molina. Carmen me dice que están en ello, buscando personas voluntarias que puedan realizar esta importante tarea. ¡Ojalá pronto la encuentren!
Cuando salgo de la zona del Área Social ya ha empezado el segundo turno de clases de español para adultos; las alumnas y alumnos ya están acomodadas y distribuidas en los cuatro grupos, según su nivel. Entonces me despido de Nacho, responsable de Comunicación y Sensibilización de Málaga Acoge que aparte de encargarse de los temas propios de comunicación, no duda en atender a cualquier usuario que se acerque a su mesa y le pregunte; como al joven alumno de uno de los grupos de español para adultos, que quiere homologar su título de secundaria (de las isla Comores) y no sabe cómo hacerlo. Flor y Rebeca, parte del equipo del Área de Educación, no está en este momento, pero siguen preparando sus actividades y trabajo diario de refuerzo educativo con niñas y niños que cada tarde se lleva a cabo en el CEIP Prácticas Nº 1, una actividad enmarcada en el programa CaixaProinfancia y financiado por la Obra Social de «la Caixa».
Todas y todos aportando su granito de arena. ¡Fantástica labor la que realiza Málaga Acoge!
TAMBIÉN ESTAMOS HACIENDO…