Actualizado hace 10 años – Publicado el 6 de junio de 2012
Carmen Balmaseda y Antonio Velasco son dos de los últimos voluntarios en sumarse al equipo de Málaga Acoge · Imparten clases de español desde hace casi dos meses y están muy satisfechos con la experiencia
Desde hace unas semanas, cada lunes por la mañana, el sonido de fondo en la oficina de Málaga Acoge en calle Bustamante es muy parecido. Conjugaciones de verbos, conversaciones sobre las noticias del día, definiciones de palabras. Y dos voces sobresalen de las demás. Son las de Carmen Balmaseda y Antonio Velasco, dos de las últimas personas en incorporarse al equipo de voluntariado de Málaga Acoge y que se encargan de impartir las clases de español para un pequeño grupo cercano a las diez personas inmigrantes, todos ellos residentes en el Centro de Inserción Social (CIS) de la capital malagueña.
Los dos voluntarios de Málaga Acoge se muestran muy contentos con la experiencia en las siete sesiones de clases que llevan hasta el momento. «Los alumnos se están implicando muchísimo. Tienen ganas de aprender y participan en todo momento», cuenta Carmen. «Sí, están aprendiendo porque le están echando muchas ganas. La mayoría habla bien español, aunque escribirlo y leerlo les resulte algo más dificultoso», añade Antonio, que cree que estas clases son también un pequeño escape de la realidad día a día del CIS de sus alumnos. «Aquí hablan de otras cosas, charlan con los alumnos, se escapan un poco de su cotidianeidad…», asegura.
Ambos cuentan con una larga trayectoria como voluntarios. Antonio, jubilado, ha pasado por entidades como Cáritas. Y Carmen, periodista, ha formado parte de diversas asociaciones y ONG dando clases de refuerzo educativo, clases de informática, español para extranjeros o monitora de personas con discapacidad. «Esa experiencia se nota. Se le da muy bien dar las clases», cuenta Antonio, el también docente ahora en Málaga Acoge. «La verdad es que estas clases son algo que me gusta mucho hacer. Por eso, lo considero algo más que un voluntariado. Es una experiencia que también te enriquece mucho a ti mismo, te enseña un montón», explica Carmen. «Y encima es algo muy gratificante, te hace sentir muy a gusto y ayuda a los demás», añade Antonio. Por eso, los dos animan a todas las personas a que se integren como voluntarios de cualquier entidad social. «Es algo que les va a gustar», dice Carmen. «Eso sí, que busquen algo que les guste de verdad, porque así será mejor para todos», subraya la voluntaria.
Las clases de español para residentes del Centro de Inserción Social de Málaga son una iniciativa puesta en marcha por el Departamento de Prisiones de Málaga Acoge que coordina la técnica Carmen Cano. Un área en el que los voluntarios participan no sólo en clases de español como estas, sino también en las demás actividades que se llevan a cabo en él. Desde trámites de documentación de reclusos en la prisión de Alhaurín de la Torre o residentes en el CIS de Málaga, hasta la participación en videofórums como el que actualmente se lleva a cabo en Alhaurín o la realización de talleres de diversa índole en el recinto penitenciario.
Si te apetece participar como voluntario en el Departamento de Prisiones, puedes escribir a voluntariado.malaga@acoge.org y una persona de Málaga Acoge se pondrá en contacto contigo. También puedes apoyar económicamente las iniciativas de esta área a través de la iniciativa Mi grano de arena a través de este enlace: http://www.migranodearena.org/CARMENCANO2